Participar en un taller grupal genera profundas comprensiones aun sin hacer tu propia constelación, podes identificarse, verte espejado en las historias de otros, dejarte tocar por los movimientos y palabras que resuenan en tu interior.  

Se puede participar desde distintos roles: 

Como observador, sintiendo, aprendiendo y resonando con los movimientos que impregnan en tu proceso personal. 

Como representante, colaborando con la constelación de otro, llevándote profundas comprensiones y experimentando el alcance de los movimientos sanadores hacia tu propia vida. 

Como consultante, haciendo tu constelación personal. Experimenta la vivencia de tomar contacto con el inconsciente familiar, comprender tus lealtades y desenredarte de ellas, mirar desde una nueva perspectiva, aportando profundas comprensiones al grupo. 

En todos los casos te llevas puesto un profundo aprendizaje y efectos que te alcanzan de todo lo trabajado en el taller. 

Quienes quieren realizar su constelación personal levantan la mano y el facilitador va eligiendo uno a uno. 

Siempre digo: seguro, nos vamos distintos a como llegamos

¿Qué podes constelar?