A veces lo que nos duele, se repite o nos bloquea no viene solo de nosotros, sino de historias familiares que habitamos sin saberlo. Las Constelaciones Familiares nos invitan a mirar esas raíces ocultas, reconocer lo que duele y abrir la puerta a nuevas posibilidades.
El término constelación es una traducción metafórica del nombre alemán: colocar a la familia en el espacio. Las Constelaciones Familiares son una metodología en la que se realiza una intervención con efectos terapéuticos, que explica y aborda las causas del sufrimiento humano reconociendo que muchas veces lo que vivimos en el presente tiene raíces en dinámicas familiares y ancestrales no resueltas.
A través de una constelación, se reconstruye de manera simbólica el sistema familiar, se puede ver afuera, en la escena terapéutica imágenes de la configuración interna de nuestros vínculos, implicancias y lealtades permitiendo observar las conexiones haciendo visible lo invisible: vínculos, lealtades, traumas, pérdidas y repeticiones que pueden estar condicionando nuestras decisiones, emociones y vínculos actuales. Esta mirada nos ayuda a comprender, resignificar y transformar aquello que no pudimos resolver con otras herramientas.
Inspiradas en el trabajo de Bert Hellinger, esta metodología nos muestra que lo que no se elabora en una generación, tiende a repetirse en las siguientes volviéndose destino para la descendencia. Las constelaciones son un modo de devolverle orden, dignidad y amor a nuestra historia, para recuperar fuerza y avanzar más livianos y con mayor libertad.
Las Constelaciones Familiares son una herramienta valiosa tanto para el crecimiento personal como para la resolución de conflictos concretos. Algunos de sus beneficios:
Bert Hellinger (1925–2019), creador de esta metodología, integró saberes de la psicoterapia, la filosofía, la Gestalt y otras corrientes para desarrollar un enfoque único sobre los sistemas familiares.
Su principal aporte teórico fueron los "Órdenes del Amor", principios que rigen todas las relaciones humanas. Estos incluyen el principio de pertenencia, el respeto a la jerarquía y el equilibrio entre dar y tomar.
Las transgresiones de estos órdenes generan conflictos, repeticiones y sufrimiento. Restablecerlos es una forma de liberar el flujo del amor en el sistema y dar lugar a una vida más liviana y coherente.
Existen dos modalidades principales para realizar una constelación, y ambas pueden hacerse tanto presencial como virtualmente:
Un espacio colectivo donde cada persona es parte de un microsistema de transformación. Una persona presenta su tema, y otras actúan como representantes de su sistema familiar. Cada movimiento, cada imagen, cada gesto permite visibilizar dinámicas ocultas.
Una experiencia íntima y personalizada, en la que se trabaja directamente con la facilitadora utilizando recursos como muñecos, figuras, elementos simbólicos o visualizaciones.
Una constelación puede ayudarte si:
Cada constelación es una invitación a mirar con nuevos ojos.
Una oportunidad de darle voz a lo que fue silenciado, ordenar lo que estaba desordenado y abrir un espacio para que el amor vuelva a fluir.